¿Cómo debe ser el maestro según los niños?

Hace algunas semanas, vinieron a nuestra clase de Geometría dos clases de niños de sexto curso de Educación Primaria. Entre todos, realizaron un mural en el que cada uno de ellos escribía una frase con lo que ellos consideraban que se definía un buen profesor. Me sorprendió que la gran mayoría escribía cosas como "que sea amable", "que tenga mucha paciencia", o similares. También participó un niño autista cuya frase fue "que ayude a todos". Esto llegó incluso a emocionarme. 

Esta es la razón de esta entrada. Voy a exponer cómo debe ser un profesor según el punto de vista de los propios niños. 

(Imagen: Grupo Ecos)

1. Maestros felices y alegres: los niños quieren unos maestros que sonrían, que tengan una actitud positiva ante la vida, lo cual les genera confianza y un clima escolar más confortable.
2. Maestros divertidos y con sentido del humor: a los niños les encanta que los profesores se diviertan enseñándoles, que les hagan reír. Adoran que les cuenten anécdotas de su infancia o travesuras que hacían de pequeños. 
3. Maestros que escuchen: a los niños les gusta mucho que les escuchen y que tengan en cuenta sus opiniones, por ello los maestros deben practicar la escucha activa para hacer que los alumnos se sientan cómodos y tengan más seguridad al hablar con ellos. 
4. Maestros que no griten ni castiguen: esto les hace sentir mal, y tristes. Prefieren profesores que les hablen con tranquilidad, y sepan gestionar sus emociones e impulsos.
5. Maestros que apoyen a los niños cuando están tristes: los niños quieren que los profesores les apoyen si se encuentran mal, por lo que el docente debe mostrar gran sensibilidad y empatía.
6. Maestros que no se centren únicamente en los resultados: los niños necesitan que los profesores reconozcan su esfuerzo a pesar de no obtener buenos resultados. Los verdaderos maestros de corazón saben que no todo gira alrededor de las notas. Deben valorar la motivación, la participación en clase, etc.
7. Maestros que no manden muchos deberes: los niños necesitan tener tiempo libre por la tarde para hacer lo que de verdad les gusta. 

Todos estos puntos me parecen tan importantes como el hecho de preparar las clases, ya que los niños necesitan sentirse cómodos con las personas con las que pasan tantas horas. Me gustaría que cada uno de los maestros que actualmente están dando clase tuvieran en cuenta todos estos puntos. Y aun más, aquellos que están en formación. 

¡Entre todos podemos hacer que los niños aprendan felices al mismo tiempo!