La construcción de la propia imagen

En la última clase de Educación y Sociedad, uno de los trabajos expuesto me llamó mucho la atención. Es el caso de la construcción de la propia imagen. Nunca, hasta ese momento, había dado importancia a este concepto dentro del contexto educativo, y de la importancia que tiene el maestro en el proceso que conlleva este tema en los alumnos. 

Cuando hablamos de la propia imagen, nos referimos a la representación y el conjunto de sentimientos que cada persona tiene en su mente sobre su propio cuerpo. 

Esto, en los niños, tiene múltiples consecuencias, ya que los niños y niñas desde muy pequeños observan en la televisión y anuncios publicitarios imágenes de cuerpos perfectos, y se acomplejan cada vez más. Las niñas sueñan con tener un cuerpo delgado desde las primeras edades, y en los chicos la preocupación aumenta cuando su edad va avanzando. Su autoestima va bajando según se acercan a la adolescencia, lo que puede conllevar incluso a trastornos en la alimentación. 

Según Toro (1996), los niños identifican la delgadez con el éxito y buscan sobre todo la aceptación del grupo. 

No puedo dejar sin citar el canon de belleza, definido como el conjunto de características que debería reunir una persona o un objeto para que la sociedad que le rodea considere que es atractivo. En las aulas debemos hacer que los niños se aprecien a sí mismos, con sus virtudes y defectos.  Los niños, alrededor de los 8 años ya tienen unos criterios adquiridos acerca de cómo debe ser un cuerpo bonito, junto con el rechazo que produce lo contrario a ese pensamiento. Por ello, hay que inculcar la idea que no un cuerpo por ser delgado es más bonito, o que unos ojos azules son mejores que unos ojos marrones.

Sobre todo, los profesores deben tener en cuenta que para los alumnos, son de los modelos a seguir más importantes, por lo que hay que influirles positivamente en estos aspectos. Hay que enseñarles que hay que quererse, que cada uno de ellos es único, que no hay nadie ni mejor ni peor, y aunque parezcamos muy distintos, todos somos iguales.

                                                                                                                (Imagen: de Gananci.com)